La violencia psicológica que ejercen muchas mujeres sobre los hombres es que ellos confíen en ellas y le cuenten sus complejos, inseguridades, etc. basados en el amor que ellos sienten, y de allí ellas sacan la clave para la humillación que ejercerán sobre ellos y hacérselo notar en una discusión, para hacerlos sentir que sus debilidades son más grandes y que si no es con ellas, ellos jamás podrán tener una relación duradera.
La piedra en el zapato de la física Argentina. "Nullius addictus iurare in verba magistri, / quo me cumque rapit tempestas, deferor hospes." Horatius Flacus. Mi twitter: http://twitter.com/horacio9573
miércoles, junio 03, 2015
martes, junio 02, 2015
Esa mala costumbre de profundizar la grieta del sexismo
En
los últimos días está en boga la difusión de noticias relacionadas con
femicidios o con diversos hechos de violencia contra las mujeres.
El problema de esta iniciativa, es que, al igual de muchas otras, se generan y difunden desde lo sentimental y no desde lo racional, desde el corazón y no desde la cabeza. Y esto, se vuelve en contra de los loables objetivos de la campaña, generando paradójicamente más discriminación.
Cuando
se piensa o legisla discriminando por sexo, se está confirmando que se
considera distinto en capacidad a un hombre de una mujer, el hecho de
justificar este tratamiento diferencial con el argumento de que debemos
colocar a la mujer en un estado de igualdad con el hombre, es una
confesión implícita de un asumido preconcepto de inferioridad por parte
del propio defensor.
Las
leyes y las reglas de la sociedad deben ser iguales para todos, sin
importar género, raza, religión o color político. La igualdad de
derecho implica ver al otro como un ser humano, así de simple y así de
completo.
Si
queremos terminar con las discriminaciones absurdas (como la de
género), debemos tratar a todos por igual, para bien o para mal. No
pueden haber algunos con privilegios mientras que otros soportan todas
las cargas solo por no estar acomodado ó por el motivo que fuese.
La
discriminación debe ser entre el culpable y la víctima, entre el que
actúa bien y el que actúa mal, entre el que respeta al otro y el que no,
este es el camino de la vida en armonía.
Fuente: Tribuna de Periodistas
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