Según la mitología griega, Crono o Cronos era el líder, y parece ser que el más joven de la primera generación de Titanes (una raza de poderosos dioses), descendientes divinos de Gea (Tierra), y Urano (Cielo).
Cuenta la mitología que Crono, embriagado por sus sed de poder, derrocó a su padre y gobernó durante la edad dorada. Urano, su padre, antes de morir y ya malherido, le maldijo y deseó que corriera la misma suerte de manos de sus hijos, por lo que Cronos, para que no reprodujeran con él, lo que él había hecho con su padre, decidió devorarlos nada más nacer, si bien gracias a la picardía dela diosa Era, uno de sus hijos, Zeus, logró salvarse de tan desalmado destino,pero dando cumplimiento años más tarde a la maldición.
En un contexto moderno de dirección organizacional el “Síndrome de Cronos” es una “enfermedad gerencial” caracterizada por: la acción deliberada del superior de estancar a un subordinado que se destaca por temor a ser desplazado o sustituido por este.
Resultado de estos miedos patológicos, el líder que lo padece evita expresar sus emociones, exhibir sus carencias, hablar de sus temores, y por otro lado, ostentar cualquier manifestación de poder, básicamente ante sus subordinados,
para que les disuada de una, en la mayoría de las ocasiones irreal, tentativa de atentar contra su estabilidad en su puesto.
Habitualmente es fácilmente identificable por su miedo a delegar. Controlar todo es su pasión, y delegar, constituye para ellos, una posibilidad de perder el puesto que ocupa. Por lo tanto de su estrategia directiva basada en el control, se derivan unas relaciones basadas en la sumisión y el acatamiento. Intentan sin más acaparar responsabilidades, faenas, quehaceres, y asumen como obligaciones gran cantidad de funciones, que tienen como único objetivo demostrar lo imprescindibles que son en el seno de la organización para la que trabajan.
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