miércoles, octubre 30, 2013

Lumpenes modernos como una secuela Kernerista

Los mediocres sólo sobresalen cuando insultan.

A diferencia del término inventado por Karl Marx para referirse a los miserables de su época, que los llamó lumpen, algo que deja la generación de 1990 y 2000, junto con la década perdida en manos de los kerner es a un tipo de perfil psicológico del miserable moderno, el moderno lumpen argentino. Pero como es este personaje: En general es una persona entre 30 y 45 años, que no vivió ninguno de los golpes militares argentinos pero que dicta cátedra como si fuese un sobreviviente del Olimpo. En general empleado público o bancario, pero no es docente docente de escuela pública o privada, ya que es un oportunista amoral. En los noventa cuando era pre-adolecente militaba las ideas del Menemismo, pudo o no haber votado a De la Rua en 1999, pero estuvo en los cacerolazos que lo destituyeron como presidente. Con el advenimiento del kernerismo se hizo un ferviente partidario de pseudo-izquierda nacional y popular. Actualmente repite el discurso único que da el gobierno de CFK, despotrica e insulta de manera ofensiva cualquiera que piense diferente de su modelo de sociedad igualitaria, si uno no pensare como él entonces no pertenece a su sociedad y tiene el mismo rango que un extranjero.
El lumpen argento por algún motivo no controla sus reacciones. Tiene un genio explosivo. Es agresivo, discutidor, dogmático, irresponsable e irracional. Tal vez tenga una disposición hacia la agresión verbal. Hasta su aliento es ofensivo!! Usa la "verdad" como pretexto para el ataque personal. Puede ser que alguien racional lo quiera ayudar cuando agrede con insultos, pero el lumpen argento esta intención no existe, lo que él pretende simplemente es ofenderlo, y lo hace con frases que no ofrecen ningún tipo de duda:

  • Vergaso nacional y popular para los ... !
  • Recién me ordeñé esta... para... !
  • Manga de pu*...
  • LTA... (la tenes adentro...)
  • A seguir chupandola...
  • Te meto el tronco por el cul... pedazo de ...!
  • ... sos un cagón...!
  • etc...

Expresiones así le otorgan patente de corso al lumpen argento para se aproveche de uno. Para entender su conducta, es probable que haya aprendido de alguien muy autoritario y exitoso,,, ejemplos de conductas autoritarias en esta última década abundan. De ahí que esta burrégana criatura crea la que única forma de sobrevivir: imponer sus insultos y descalificaciones.
El lumpen argento juega al puntapié verbal con sus victimas, tratándolas como si fuesen pelotas, el insulto es para él, algo tan efectivo como un arma. Este ofensivo proceder, que en personas normales y racionales ocurre rara vez en la vida, es una pauta diaria y cotidiana en el lumpen argento.

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