A pocos kilómetros de la ciudad de San Agustín del Valle Fertil se encuentra el poblado de la Majadita. Compuesto por 30 o 40 casas de adobe, parece un poblado detenido en el devenir de los tiempos. En él convive la modernidad de los servicios de luz eléctrica, televisión, telefonía celular con la pobreza de las casa de chapa y adobe junto a viejos artesanos del algarrobo. Entre estos viejos artensanos se encuentra Don Evaristo Elizondo (imagen superior), artesano distinguido por el Senado de la Nación en Septiembre de 2005.
Don Evaristo se lamenta de no poder mantener su tradicional arte a las nuevas generaciones, pues estas, quieren emigrar a lugares mas acordes a la modernidad actual que se ve en programas como patito feo ó casi ángeles. Pero como ocurre este fenómeno, bueno acá la modernidad sin una plantificación política causa el desplazamiento de una cultura por otra. Veamos la cronología de los hechos.
Durante más de 100 años el aislamiento tecnológico ha permitido a la Majadita sostener por generaciones su arte de manera que Don Evaristo aprendió de su padre y este de su padre, así sucesivamente. Si bien el mal de chagas y la mala atención médica hacían estragos en la población infantil, la fe de la iglesia cercana daba un toque de respuesta divina a los males que los aquejaban. Hace 10 años atrás (en 1999) llegó la electricidad como un signo de bienestar y como política de captura de votos. Con ella llegaron la Heladera, la Televisión con sus 3 canales que repetían los programas de Buenos Aires, la telefonía celular y el Internet inalámbrico y satelital (según me comentaron, en la escuela primaria local tiene acceso satelital). Todo parece bien intencionado, pero el camino del infierno está plagado de buenas intensiones, con la aparición de la televisión aparecieron programas como Patito Feo, las divinas, las populares, Tinelli, Casi Ángeles y sus vanales vidas mundanas, etc. que calaron hondo en la nueva generación de la Majadita, crearon deseos y nuevos paradigmas sociales que desplazaron los antiguo a tal punto que uno puede ver un televisor LCD, computadoras con Internet inalámbrica, en casas de chapas y adobe. Una nueva generación que piensa abandonar el pueblo, destino final de región desolada y fantasma. Otra consecuencia es: la desaparición del arte cultural del manejo del algarrobo, que aunque uno no lo crea, es el sostén de muchas de las familias del poblado con el bum turístico de excursiones a poblados autóctonos.
Este ejemplo pone de manifiesto las consecuencias de la modernidad sin una política paralela en defensa de las culturas autóctonas.
Don Evaristo se lamenta de no poder mantener su tradicional arte a las nuevas generaciones, pues estas, quieren emigrar a lugares mas acordes a la modernidad actual que se ve en programas como patito feo ó casi ángeles. Pero como ocurre este fenómeno, bueno acá la modernidad sin una plantificación política causa el desplazamiento de una cultura por otra. Veamos la cronología de los hechos.
Durante más de 100 años el aislamiento tecnológico ha permitido a la Majadita sostener por generaciones su arte de manera que Don Evaristo aprendió de su padre y este de su padre, así sucesivamente. Si bien el mal de chagas y la mala atención médica hacían estragos en la población infantil, la fe de la iglesia cercana daba un toque de respuesta divina a los males que los aquejaban. Hace 10 años atrás (en 1999) llegó la electricidad como un signo de bienestar y como política de captura de votos. Con ella llegaron la Heladera, la Televisión con sus 3 canales que repetían los programas de Buenos Aires, la telefonía celular y el Internet inalámbrico y satelital (según me comentaron, en la escuela primaria local tiene acceso satelital). Todo parece bien intencionado, pero el camino del infierno está plagado de buenas intensiones, con la aparición de la televisión aparecieron programas como Patito Feo, las divinas, las populares, Tinelli, Casi Ángeles y sus vanales vidas mundanas, etc. que calaron hondo en la nueva generación de la Majadita, crearon deseos y nuevos paradigmas sociales que desplazaron los antiguo a tal punto que uno puede ver un televisor LCD, computadoras con Internet inalámbrica, en casas de chapas y adobe. Una nueva generación que piensa abandonar el pueblo, destino final de región desolada y fantasma. Otra consecuencia es: la desaparición del arte cultural del manejo del algarrobo, que aunque uno no lo crea, es el sostén de muchas de las familias del poblado con el bum turístico de excursiones a poblados autóctonos.
Este ejemplo pone de manifiesto las consecuencias de la modernidad sin una política paralela en defensa de las culturas autóctonas.
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