miércoles, noviembre 07, 2007

Renovar el Pasaporte en Rosario, Argentina. Una cosa de tercer mundo.


Hoy me tocó renovar el pasaporte, desde que lo he renovado desde 1992, esta fue la peor que me ha pasado. En 1996 había informatizado el trámite del pasaporte, según recuerdo, cuando lo renové en 1997 no duré más de una hora. En el 2002, en plena debacle, no tardé más de dos horas. Hoy tardé 5 horas. Las computadoras son las mismas que en 1997, en la era del SIM siguen usando discos ZIP, y para colmo de las dos cámaras para registrar tu foto, funciona una, siguen usando el sistema datiloscópico de los años 50 usando brea y papel. A todo esto se redujo el personal, entonces el que te cobra los 130$ es el mismo que te toma la foto. Antes tardaba 45 días hábiles ahora aumentó a 60 días hábiles.
Lo vergonzoso, es que a diferencia de lo que ocurre en BsAs que es algo de "primer mundo" capaz de atender 300 personas diarias, en Rosario el flujo de gente es de 100 a 200 personas diarias de las cuales solo se atienden 80 por día. A las 8hs cuando abren la puerta empiezan a repartir formularios,
hasta completar las 80 personas y los que llegaron tarde se joden o se van a hacer el trámite a BsAs. Como esta ineficiencia es similar en varias provincias argentinas, me pregunto que hará el pobre solicitante que vive en Jujuy a más de 1500km de BsAs. Todo esto indica que Rosario no está en la Argentina que habitan los porteños.
Para actualizar el pasaporte actualmente te piden de todo, más que en el 2002, parece que la informática volvió a desaparecer y se volvió al viejo sistema de 1992. Lo más interesante es que si uno es barra brava, político u otro amigo del poder puede hacer el trámite sin colas. Comento lo que vi, cuando un barra ingresó por la puerta trasera y bajo la indignación de los que esperábamos la impresión datiloscópica, el buen hombre amigo del comisario tardó 30 minutos y por supuesto aparecen las clásicas frases futboleras, "el viernes nos vemos en la cancha..".
Así que estimado lector: vivir fuera de la General Paz es vivir en el tercer mundo y renovar o conseguir un pasaporte es una vergüenza.
Tanto los policías como políticos como funcionarios públicos viven gracias a nuestros impuestos, merecemos que se nos respete.

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