miércoles, junio 04, 2008

LOS MONOS MECANOGRAFOS.

Una crítica frecuente de quienes desconocen la teoría de la evolución consiste en alegar que los procesos aleatorios no pueden producir entidades organizadas o con sentido. Por ejemplo, dicen, una serie de monos golpeando al azar las teclas de una máquina de escribir nunca escribirían "El origen de las especies", ni tan siquiera si los dejamos durante millones de años aporreando las máquinas. La crítica sería válida si la evolución dependiese sólo de procesos al azar. Pero existe un proceso no aleatorio que promueve la adaptación, que selecciona mutaciones y combinaciones de ellas que "tienen sentido". La analogía de los monos sería más apropiada si ocurriera que, primero, cada vez que un mono produjera una combinación de dos o varias letras con sentido, tales palabras fueran seleccionadas y se convirtieran en las teclas de una nueva máquina de escribir. La analogía requiere que al aporrear al azar estas teclas en la nueva máquina de escribir, cada vez que se produjera una combinación de palabras con sentido, la frase resultante se convirtiera de nuevo en una tecla en una nueva máquina de escribir. Y así sucesivamente. Es evidente que, al final, se producirían páginas e incluso capítulos de libros perfectamente inteligibles, aun cuando no fuera a la fuerza El origen de las especies. Esta observación es importante, puesto que la selección no tiene objetivos concretos, de manera que vaya a producir necesariamente ciertos organismos particulares, sino que crea organismos adaptados a su ambiente sin previa especificación de la configuración específica que vayan a tener.
Por supuesto hay que tener en cuenta que en el caso de los monos, que ente arbitra en la selección de palabras con sentido? Esta es una metáfora tramposa que deja cabida al diseño inteligente, aunque luego se contradice respecto de "la selección no tiene objetivos concretos". Eso sería cierto si el único objetivo de la especie es adaptarse al medio, pero no tiene en cuenta "la reproducción sexual". Donde en este caso se sacrifica adaptación por atractivo sexual entre individuos. Por supuesto un análisis reduccionista supondrá que el atractivo sexual es un proceso propio de la selección para elegir individuos más aptos, pero nada más falaz que eso, un claro ejemplo es la jirafa. Donde si fuese por adaptación, es tan especializada que está en gran desventaja respecto de un búfalo en su lucha con el ambiente y depredadores, pero que si se tiene en cuenta el motivo selección sexual de la especie el hecho de tener un cuello largo es un atractivo sexual para las hembras que tiene el cuello un metro más corto que el macho. O el claro ejemplo del pavo real, el macho es tan llamativo que es como ponerse el cartel "comeme", pero se sacrifica adaptar por reproducir.

1 comentario:

Anónimo dijo...

-no estoy muy de acuerdo con varias cosas... pero lo tengo que pensar mas.
Cristián Antiba