martes, octubre 21, 2008

Las Pléyades una extraña fantasía


Rigurosamente: Las Pléyades conocidas también por Atlántides y popularmente llamadas "las Cabrillas", constituyen un asterismo o conjunto de estrellas, que forman una unidad diferenciada dentro de la constelación de Tauro. Se trata de una aglomeración de estrellas, no debida al efecto de perspectiva, vinculadas entre sí por el origen común de una misma nube de gas. Es un cúmulo abierto, es decir poco denso, por oposición a los cúmulos globulares, compues­tos por centenares de miles de estrellas, tan apiñadas entre sí que parecen una nube. Las Pléyades están integradas por unas 250 estrellas, pero, a pesar de ser un cúmulo pobre, es más atractivo que los grandes cúmulos, pues éstos suelen encontrarse a miles de años-luz de distancia, mientras que las Pléyades están sólo a 400 años-luz.
Sin embargo desde pequeño fantaseaba al ver ese conjunto de estrellas en la existencia de una puerta estelar colocada por una civilización casi extinta proveniente de otra galaxia situada a 2 millones de años luz de la tierra (775 Kpc), Andrómeda. Esta civilización habían resuelto el viaje de distancias tan enormes que involucraría viajar a mayor velocidad que la luz por el uso de la teletrasportación de estados entre pares de magnetares. De manera similar a la teletrasportación de estados entre pares de espines apareados. Gracias a las investigaciones hechas por Dirac uno puede tomar como estados cuánticos a los mismos componentes del átomo, entonces teletrasportar es eliminar de un sitio re-ubicarlos en otro pero a velocidades que serían mucho mayores a la velocidad de la luz en el vacío. Dicha puerta estelar está próxima a un magnetar no descubierto aún en dicha constelación que transmite cualquier viso de señal inteligente a esta civilización.
Como la primera transición inteligente que pudo escapar de la tierra data de 1930, recién en el 2330 llegue a dicha puerta. Por lo que a lo mejor lleguemos nosotros antes a esa puerta por otros medios o tal vez nunca. Y los resabios de esa civilización visiten nuestro planeta para solo hacer una expedición arqueológica de nuestros restos.
Ellos pusieron esta puerta estelar para recolectar datos provenientes de observadores ubicados en sistemas solares con potenciales capacidades de generar vida. Uno de ellos está orbitando en la órbita de Plutón, pero dejó de transmitir hace muchos años mucho antes de la aparición del australopitecus, por ser descompuesto al colisionar un cometa con él. Y Ahora no es más que una chatarra espacial a esperas de ser descubierta.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno...
Pero podríamos sin darnos cuenta, estar modificando la luz que partió enredada de algún lado, y la otra parte del enredo detectada por esa "gente"...
Un abrazo...
Ahora entiendo por que querías apuntarle con un radiotelescopio...
Crisián Antiba.
P/d: como sería el vinculo clásico para que el enredo funcione???