domingo, enero 11, 2009

Bosque Energético en el vivero Florentino Ameguino, Miramar.


A 3Km por la ruta que se dirige a la localidad de Mar del Sur, en el partido de General Alvarado, se puede divisar una desviación hacia el Bosque Energético. Un lugar lleno naciente misticismo urbano, donde se puede apreciar puesto de venta de chucherías y baños químicos. Tal vez lo curiosos del lugar es la forma de abobedado en forma de cúpula que adquieren los árboles que dan a la sobra un frescor con temperaturas de 6 grados por debajo del resto del bosque, todo un fenómeno físico digno a ser estudiado. En el se puede apreciar contingente de personas que realizan largas sesiones de yoga y meditación.
Algunos ingenuos creen el mito del equilibrio inestable que uno puede efectuar de ramas y palos: Uno busca en el suelo una pequeña rama (las hay por todos lados) y la clava verticalmente en el centro que forman los árboles. Luego toma otra y la apoyamos en forma horizontal sobre la primera, de modo que quede formada una “T” entre las dos. Se puede repetir con ramas de distintos tamaños y formas, y siempre ocurre lo mismo: se mantienen sin caerse. La hipótesis irracional sobre el fenómeno es que una especie de magnetismo se apodera de la situación y, como si se tratara de dos imanes naturales, ambos palitos se atraen entre sí. Ahí recordé el último consejo que me dio la mujer antes de entrar, que consistía en tocar los árboles para cargarse de energía y luego acercar las manos hacia la “T” formada por las ramas. Al hacer esto, la rama que se encuentra en posición horizontal comienza a oscilar y gira de un lado al otro sin caer de la que la sostiene.

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