"El hombre necesita la verdad,
un mundo que no se contradiga,
que no falsee nada y que no cambie,
un mundo-verdad…"
Friederich Nietzsche
Cierto día el León y la Hiena (como representante de los dirigentes de la pradera) decidieron formar una comisión para organizar una exposición sobre el estado del arte del bosque. Para tal fin pidieron ayuda a otros animales de distinta especie, pasado un tiempo se presentaron la Zorra, El Burro, el Búfalo y el resto de animales uno por cada especie. El León y el Búfalo hace mucho tiempo habían trabajado en un evento anterior del mismo tipo con resultados satisfactorios hasta que el Búfalo debió emigrar; pero él y otro animal se encargaron de la difusión de dicho evento pasado.
En la primera reunión el Búfalo se propuso para repetir la tarea anterior, pero la Hiena, ávida de poder, lo descalificó públicamente y el León con más voluntad de poder que de justicia apoyó la descalificaciones de la Hiena, enfurecido el Búfalo se hace a un lado y la Hiena se propone para la tarea de difusión. Pasando el tiempo y reuniones los animales critican la forma en que la hiena desempeña su trabajo; esta responde con inusual ira ante cualquiera que se oponga con el silencio cómplice del León.
El Búfalo indignado y a pesar de él también cuestionado el trabajo de la Hiena, decide publicar su opinión en su árbol personal como una forma de protesta. Pasado el tiempo e ignorando la celada que están tramando el León y la Hiena con la complicidad del Burro y la Zorra, el Búfalo se olvida del asunto y más aún felicita a la Hiena por su trabajo. La Hiena astuta viendo la presión reinante decide cambiar la forma de difusión del evento, pero además quiere asestar un golpe maestro al Búfalo. Publicita las opiniones del búfalo entre los otros miembros de dirigentes de la pradera, en su mayoría Hienas. Estas se ponen de acuerdo para sancionar al búfalo con el destierro y le exigen al León que tome medidas para que el búfalo no pertenezca más a la comisión que él preside. El León por miedo a perder su postura de poder, confabula un acto cobarde: con la Hiena, la Zorra, y el Burro en próxima reunión solicitará que el Búfalo no forme parte de la comisión. A sabiendas que el resto de los animales consentirán con el silencio, ¿qué animal osaría desafiar a semejante alianza?
Cuando fue el día de la reunión la conversación era la siguiente:
León: Búfalo debemos de hablar.
Búfalo: por supuesto, ¿qué ocurre?
León: No sé que lío tenés con los dirigentes de la pradera, pero ellos protestaron sobre lo que escribiste en tu árbol personal sobre el trabajo de la Hiena.
León: Esas actitudes no se condicen con las actitudes que debería tomar un miembro de la comisión por lo que pido que te retires y no formes más parte de esta comisión.
El Búfalo reaccionó con ira y estupor con semejante actitud y se enfrenta con los dichos del León, a todo eso la Hiena introduce sus efectivas intrigas
Hiena: Y pensá que esto es lo más suave que te pudo haber ocurrido, las Hienas dirigentes de la pradera pidieron que el León te destierre como medida disciplinaria.
Búfalo: Pero si yo en un momento te felicité por tu trabajo
Hiena: Pero además descalificaste a los Gorilas, al León y a mí en otro post en tu árbol personal sobre el evento en el bosque. Yo no puedo confiar en alguien que dice una cosa y actúa escribiendo otra. (Dice la Hiena en un perfecto acto de hipocresía.)
Búfalo: Pero cuando escribí eso no formaba parte de la comisión, y era imposible hablar contigo sobre el desastre del evento del bosque. De última es una opinión personal sobre la opinión que muchos tienen de los eventos que organizan los Gorilas y callan por algún motivo.
Pasado 5 minutos de violenta conversación el Burro dice unas palabras.
Burro: Mirá no sé que problemas personales tengas con el León y la Hiena, pero yo leí lo que escribiste y me pareció agresivo.
Zorra: Yo también lo leí y me parece agresivo y acuerdo con la Hiena.
León: Para terminar el asunto, creo que todos están de acuerdo con que no formes parte de esta comisión así que te pido que no vengas más.
Hiena: Además yo no puedo confiar en darte una tarea, por lo tanto no tiene sentido que pertenezcas a esta comisión.
Zorra: En cierta medida todos los presentes somos culpable que sucediera esto.
El Búfalo se sintió triste ya que el resto de los animales se llenaban la boca de luchar contra el autoritarismo, ahora consentían con el silencio. Terminada la reunión el Búfalo se retira y le presenta la renuncia formal al León y le dice que se quede tranquilo que con su renuncia, su puesto está garantizado. El Búfalo en parte se sintió aliviado, ya que descubrió que con este tipo de animales no se puede trabajar.