Jacques Bergier, en su obra Les livres maudits (editorial J' ai Lu, París, 1971), traducida al español como Los libros condenados (Plaza & Janés, 1973), propone una interesante y casi horripilante hipótesis: el autor del Manuscrito Voynich poseía conocimientos extraordinariamente avanzados y demasiado peligrosos para el mundo moderno, por ejemplo el secreto de las estrellas novas, por lo cual los ocultó para evitar nuestra propia autodestrucción. No hay pruebas de tales conocimientos avanzadísimos en el manuscrito, salvo algunos diseños "astronómicos" (por ejemplo estrellas que parecen "explotar" en los folios 68 anverso y 69 reverso, aunque pueden representar cualquier otra cosa).
En 2003 el especialista en computación doctor Gordon Rugg mostró que se podía reproducir texto con características similares a las del que contiene el manuscrito, mediante el uso de una tabla con prefijos, raíces y sufijos, que habrían sido seleccionados y combinados por medio de una plantilla de papel perforado. Este mecanismo, conocido como rejilla de Cardano, se inventó hacia 1550 como herramienta criptográfica. Sin embargo los pseudo textos generados en los experimentos de Gordon Rugg NO! tienen las mismas palabras y frecuencias que el manuscrito Voynich, y su parecido al "Voynichés" es sólo visual, no cuantitativo. Puesto que también se puede producir un galimatías aleatorio que se parezca al español (o a cualquier otra lengua) en una medida similar, estos experimentos no son convincentes ni demuestran nada.