IgNOBEL (Anti-Nobel) para un científico argentino, lamentos más que alegrías.

Por decimoséptimo año consecutivo, investigadores de todas las latitudes recibieron ayer, en una ceremonia delirante realizada en la Universidad de Harvard, el Ig Nobel, otorgado a trabajos científicos que hacen reír. El argentino Diego Golombek, de la Universidad de Quilmes, recibió una distinción muy especial: el premio Ig-Nobel (o Anti Nobel) por progresos en la aeronavegación. Sus investigaciones (pagadas por el estado en una universidad pública) premiadas fueron sobre: El Viagra podría ser el nuevo remedio contra el jetlag, el cansancio que siente el viajero cuando cruza distintas franjas horarias. La droga que potencia el impulso sexual ayudó al menos a los hamsters a recuperar su ritmo natural tras un cambio de horario impuesto.
Lo interesante es que los premiados con éste Nobel de la ironía suelen recibir sus distinciones IgNobel tras completar trabajos muy exhaustivos y presentar -y publicar- los resultados de sus investigaciones en revistas científicas que los dieron a conocer tras haberlos hecho revisar por expertos mundiales en esa especialidad. Por lo que permitió que El jurado de la revista humorística Annals of improbable research (“Anales de la investigación improbable”) lo candidateara como merecedor del premio.

Cabe decir que la designación Ig-Nobel recuerda a la palabra inglesa “ignoble”, que significa deshonroso o indigno.

Por supuesto esto no solo pasa en la Argentina, El Anti-Nobel de la Paz fue para el laboratorio de la fuerza aérea norteamericana, que estudió seriamente la posibilidad de una "bomba gay" para volver irresistibles entre sí a los soldados enemigos.